LA INGESTA DE CALORÍAS. (La otra pierna)
Con respecto a la otra parte, podemos establecer unos
principios básicos que constituyen la madre del cordero, y que desarrollaré en posteriores
entradas:
1.
Cuánto. Hay que
comer menos de lo que gasto (hasta ahí bien). Pero no mucho menos, sólo un poco
menos. Lo suficiente para perder peso, pero no mucho para que el metabolismo no
se asuste e intuya lo que queremos (él piensa que queremos matarlo de hambre).
2.
Cómo. El modo,
la forma en la que comemos marca la diferencia:
-
Frecuencia. Hacer 5
o 6 comidas al día, sin saltarse ninguna. El objetivo es NO PASAR HAMBRE, de
forma que el nivel de glucógeno en sangre se mantiene estable.
-
Distribución.
o
Cantidad. Comer de más a menos. ¿Sabéis lo de desayunar como un rey, comer como un
príncipe y cenar como un mendigo? Pues eso. El organismo a partir de cierta
hora no está para muchos trotes.
o
Calidad. Intento tomar más hidratos
de carbono por la mañana y más proteínas por la noche (en general).
-
Ritmo. Comer lentamennnnteee.
Hay que dar tiempo al cerebro para que se
de cuenta de que ya no tiene más hambre. ¿15 o 20 minutos al menos?
3.
Qué. Por
supuesto una dieta equilibrada según marcan los cánones. Pero en nuestro caso,
si queremos perder peso necesitamos reducir la proporción de grasa (sobre todo
de grasas saturadas). Porque:
o
Tiene un menor gasto metabólico (cuesta menos
metabolizarlas energéticamente).
o
No es el combustible de primera elección para nuestro
organismo.
o
Su principal función es almacén de energía (Michelines).
No hay comentarios:
Publicar un comentario