sábado, 22 de marzo de 2014

BALANCE ENERGÉTICO

No por evidente podemos dejar de mencionarlo. Hay una cantidad de energía que nos aporta la alimentación y por otra parte, un determinado gasto energético variable en función de ciertos factores.

Necesitamos que exista un equilibrio de energía, de hecho el organismo tiende a ello (homeostasis): “las gallinas que entran por las que salen”. Yo lo comparo con nuestras dos piernas. Podemos andar solo con una o cojeando, pero lo más eficaz es que las dos piernas se repartan el trabajo por igual, aunque seamos diestros o zurdos. 

Cuando se rompe ese equilibrio aparecen los problemas y es por lo que creo que hay que ocuparse de los dos factores en igual medida.


Gasto de calorías (una pierna).

En este aspecto hay cosas en las que podemos influir más y otras menos. Hay una parte que se explica por nuestra genética. Es un pequeño porcentaje del que es responsable nuestra herencia. Incluso hay estudios en los que se comprueba con gemelos idénticos, que comparten los mismos genes (mismo genotipo), que con una alimentación distintas acaban por diferenciarse exteriormente (distinto fenotipo). 

Por lo tanto, lo verdaderamente importante es lo que depende de nosotros, lo que hacemos con lo que tenemos.

Podemos representar el gasto de calorías, en función del control que tenemos sobre él, de la siguiente manera:




Podemos influir sobre el METABOLISMO de forma indirecta haciendo ejercicio y con algunas técnicas como la acupuntura o complementos alimenticios de una forma limitada.

Las ACTIVIDADES DIARIAS dependen en gran parte de nosotros. Hay trabajos que nos condicionan pero siempre podemos sacar partido de esa actividad para aumentar el gasto de las calorías.

Con el EJERCICIO tenemos todo el control de las calorías, siempre adaptándonos a nuestras circunstancias.


Me extenderé sobre ésto más adelante. Y en la siguiente entrada hablamos de la otra pierna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario