COMED
COMO LA REINA DE INGLATERRA
El espíritu del estilo de alimentación que yo propongo
lo podría encarnar alguien tan arquetípico como la Reina de Inglaterra. No
tengo más que imaginar el modo en que una persona como Isabel II se organiza a
la hora de comer.
La reina:
No come en cualquier sitio.
No come apoyada en la encimera de la cocina.
No abre la nevera a ver qué pilla.
No come por la calle lo primero que le ofrecen.
No come a cualquier hora, en cualquier momento.
No improvisa lo que come.
No come alimentos de dudosa calidad y procedencia.
Me imagino a la Reina sentándose en una mesa espaciosa,
con un mantel y vajilla de buena calidad, bien presentada y adornada. ¿Con unas
flores? Si, casi seguro.
Me la imagino sentándose a la hora acordada,
tranquilamente, sin prisas, incluso con parsimonia. Supongo que no se sentará a
comer con el pijama puesto o con una batita de estar por casa, lo más frecuente
es que se siente bien vestida, no con la corona puesta pero casi.
Seguramente estará dispuesta a saborear los distintos
platos de los que se compondrá el menú de ese día. A poner a prueba la creatividad
y saber hacer de su jefe de cocina. Ya intentará el cocinero como mínimo
utilizar los productos de la mejor calidad.
Normalmente, no solo no comerá sola, sino que lo hará
en compañía de distintos comensales, algunos de ellos de su misma alcurnia.
No me la imagino con prisas por terminar e ir a ningún
sitio. Cuando come come. Se toma su tiempo, el que sea necesario. Cuando
termina, da las gracias y felicita al cocinero.
Vale que para ser la Reina de Inglaterra por lo menos
hay que nacer Princesa. ¿Pero, por qué no nos comportamos COMO SI lo fuésemos?. No
tenemos cocinero ni corona, pero podemos imitarla en todo lo demás.